Bajo la luz del farol
Compadritos de Ethel Martínez Sobrado
Con las sombras de la noche como aliadas, con paso lento y cadencioso, se lo vio venir silbando bajo, los puños en el bolsillo y el funyi ladeado. Traía consigo, desde el barrio, al coraje; también lo acompañaba la necesidad de guapear.
De improviso, de entre los laberintos, apareció el otro. Cansino su andar, dispuesto a cruzar desde la biblioteca de los sueños hacia la realidad tangible del suburbio.
Se observaron frente a frente…, y cada uno vio en la mirada del contrincante el fulgor que da el arrojo y la osadía. Entonces, también juntos, al exacto instante, dieron un paso hacia adelante para entreverar sus piernas en un tango compadrito, tal cual lo hicieron los primeros que bailaron esa danza: entre hombres.
Y así, luego del abrazo compartido, el orillero anunció emocionado:
—Ahora sí Don Jorge, ahora sí le via a contar lo acontecido esa noche en que apuñalaron a Francisco Real, el Corralero.
Minificción que ha obtenido mención en el Concurso Aniversario (julio de 2012) del Taller de La Marina de Ciudad Ficticia. Juarado: Raúl Brasca
4 comentarios:
¡Qué bueno es, Elise! Felicitaciones por este micro con guiño borgeano incluido.
Abrazo grande!
Gracias Sandra, que buena tu visita, haber si consigo volver al ritmo de antes. Besos.
Tamaño escritor y recibir una mención es grande querida amiga. La mini en su exacta dimensión. Nadie hace ese tipo de confesiones, el Tango hermana.
Buena forma de terminar, con esa seña inequívoca de unos de los personajes de Borges. Me encanta también el inicio : "Con las sombras de la noche como aliadas..."
¡Buen micro, y enhorabuena por la mención en Ciudad Ficticia.
Abrazos.
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