Universos Condensados
FICCIONES MÍNIMAS
Adelante visitantes:
Encontrarán aquí ficciones breves, cuentos brevísimos que he venido escribiendo, la mayoría en el marco del "Taller de La Marina de Ciudad Ficticia" que ha sido y es mi hogar literario desde hace muchos años.
jueves, 28 de noviembre de 2013
La sombra
Mi hermanito dice que vino desde el zaguán. A mí me parece que salió de la habitación grande, muy temprano, apenas antes que mamá se levantara (ella se restregaba los ojos) a preparar el desayuno.
Poco a poco se ha metido en cada cuarto, y también en los corredores; ha llegado hasta el patio trasero donde jugamos con el Pelusa. Ahora a nosotros nos da mucho miedo andar por allí y nos quedamos muy quietos, muy juntos, cerca de mamá, no vaya a ser que él regrese y la encuentre sola.
Minificción que participa del libro ¡Basta! Cien mujeres contra la violencia de género (Buenos Ares, Macedonia, 2013)
viernes, 7 de septiembre de 2012
Toc-toc
Eleonora
abrió la puerta al hombre de sus sueños, que traía entre sus manos un ramo de
margaritas. Presurosa, deshojó una a una cada flor.
—... me quiere, no me quiere, me quiere... ¡No me quiere! —y el definitivo pétalo se escurrió sin esperanza entre sus dedos.
Él se fue muy triste, estaba ilusionado con amarla. Ella se durmió de nuevo, quería volver a soñar.
—... me quiere, no me quiere, me quiere... ¡No me quiere! —y el definitivo pétalo se escurrió sin esperanza entre sus dedos.
Él se fue muy triste, estaba ilusionado con amarla. Ella se durmió de nuevo, quería volver a soñar.
Minificción que obtuvo mención en el Concurso de La Marina en julio de 2004. Jurado: Raúl Brasca
jueves, 23 de agosto de 2012
Bajo la luz del farol
Compadritos de Ethel Martínez Sobrado
Con las sombras de la noche como aliadas, con paso lento y cadencioso, se lo vio venir silbando bajo, los puños en el bolsillo y el funyi ladeado. Traía consigo, desde el barrio, al coraje; también lo acompañaba la necesidad de guapear.
De improviso, de entre los laberintos, apareció el otro. Cansino su andar, dispuesto a cruzar desde la biblioteca de los sueños hacia la realidad tangible del suburbio.
Se observaron frente a frente…, y cada uno vio en la mirada del contrincante el fulgor que da el arrojo y la osadía. Entonces, también juntos, al exacto instante, dieron un paso hacia adelante para entreverar sus piernas en un tango compadrito, tal cual lo hicieron los primeros que bailaron esa danza: entre hombres.
Y así, luego del abrazo compartido, el orillero anunció emocionado:
—Ahora sí Don Jorge, ahora sí le via a contar lo acontecido esa noche en que apuñalaron a Francisco Real, el Corralero.
Minificción que ha obtenido mención en el Concurso Aniversario (julio de 2012) del Taller de La Marina de Ciudad Ficticia. Juarado: Raúl Brasca
martes, 8 de noviembre de 2011
La cartonerita
Luego de una agotadora jornada, y mientras el agua se calienta para tomar unos mates, la familia descansa alrededor de la mesa. Cada uno va mostrando el tesoro del día. Paula, con el rostro iluminado, exhibe un par de tacos altos casi sin uso.
sábado, 8 de octubre de 2011
Sones profanos
Le llamó la atención el bullicio y salió presuroso a poner orden. Alarmados por su presencia, le fueron abriendo paso hasta aquel ángel que recién había retornado de la tierra trayendo consigo un souvenir. Sus pequeños pies calzaban tacos altos y se quejaba por tener que pisar sobre nubes. Los zapatos allí en el cielo, no hacían ese delicioso sonido, como cuando caminaba por las aceras del planeta azul.
El Altísimo, consternado, se agarraba la cabeza.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Vuelo astral
"¡Ahora vuelvo!" exclamó mientras huía de su rutina de trastos sucios y ropa para lavar. Giró sobre sí misma en espiral ascendente y se fue abriendo camino entre millones de moléculas agitadas que fulguraban a su paso. Alcanzó la ubicación que deseaba y fuera de la gravitación terrestre, se dispuso a esperar que en el planeta azul se produjera el equinoccio de primavera.
sábado, 17 de septiembre de 2011
Galanteo en ropa de trabajo
Lo encuentro como siempre, con el escobillón en las manos, extasiado frente al lienzo. Entonces acentúo las pisadas para que advierta mi presencia, y reanuda con prontitud su tarea.
Al pasar delante de la pintura, siento la intensa mirada de reproche de la joven del cuadro. Prosigo mi camino perturbada, porque he vuelto a interrumpir el sublime momento que acontece por las mañanas, entre el muchacho de la limpieza y ella.
Minificción ganadora del Concurso XLIX - octubre del 2003, del Taller de Minicuento de Ficticia.
Publicada en La Jornada Semanal, domingo 19 de septiembre de 2004 núm. 498 y en Ficción Mínima, 14 de junio de 2009
Publicada en La Jornada Semanal, domingo 19 de septiembre de 2004 núm. 498 y en Ficción Mínima, 14 de junio de 2009
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